El aspecto preocupante de todos estos puntos vistos hasta aquí es el de la seguridad de esos millones de dispositivos conectados de forma ubicua y permanente. Si en los últimos años la ciberseguridad ya era una prioridad para cualquier gran corporación y destinaba cada vez más recursos humanos y económicos a conseguirla, en los próximos meses será aún más importante a todos los niveles. Las autoridades han detectado un incremento exponencial de los ciberactaques y las acciones delictivas en la red y los departamentos de seguridad de las empresas alertan de que factores como el teletrabajo o Internet de las Cosas abren nuevos frentes cada día, puertas de entrada a los sistemas, difíciles de cubrir.
Frente a estas amenazas, también se han fortalecido los requisitos de seguridad en pasarelas de pagos, o en las herramientas de trabajo colaborativo online, y los operadores ofrecen servicios externalizados de ciberseguridad. No obstante, la gran mayoría de fallas de seguridad en las redes sigue dependiendo del factor humano, a través de phising o permitiendo la entrada de troyanos y malware a través de un simple correo electrónico, por lo que la concienciación de cada uno de nosotros sigue siendo la mejor defensa, a juicio de los responsables de seguridad de las empresas. Sin duda, 2022 será otra vez el año en el que oigamos hablar del tema día sí y día también.
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